La Neutralidad en lo Servicios de Streaming

Las plataformas de streaming como Netflix, Disney+, HBO Max y otras se han multiplicado en los últimos años, ofreciendo una increíble variedad de series, películas y contenido original. Pero con esta proliferación ha venido también una práctica cada vez más común y perjudicial para los consumidores: la exclusividad de ciertos títulos en plataformas específicas.

Imagina que quieres ir al cine a ver la nueva película taquillera del momento, pero sólo se proyecta en un único cine de tu ciudad. Para colmo, resulta que es un cine viejo, con butacas incómodas, pésima acústica y un servicio de comida y bebidas muy deficiente. Pero si quieres ver esa película, no tienes otra opción que someterte a esa mala experiencia, porque ningún otro cine puede exhibirla.

Esto sería inaceptable, ¿verdad? Querríamos poder elegir entre las distintas salas de la ciudad, comparar precios, calidad de las instalaciones, ubicación conveniente y otras comodidades para decidir dónde ver el filme. Que la película esté disponible en todas las salas competidoras y sea el consumidor quien elija dónde acudir en base a sus preferencias.

Pues bien, esta es la situación con los servicios de streaming en la actualidad. Los consumidores se ven obligados a suscribirse a múltiples servicios de streaming si quieren ver alguno de sus contenidos. Esto se debe a que los grandes estudios y productoras han otorgado derechos exclusivos sobre títulos clave a distintas plataformas o peor aún han creado sus propias plataformas.

Por ejemplo, si quieres ver “Stranger Things” no te queda más remedio que suscribirte a Netflix. Para disfrutar de “The Mandalorian” y el resto del contenido de Star Wars, tienes que pagar un plan de Disney+. ¿Fan de “Game of Thrones” y “Succession”? HBO Max es tu única opción. Y así continuamente, creando “feudos” de contenido exclusivo.

Podría argumentarse que esta práctica de exclusividad de contenido viola principios de competencia justa y va en contra del beneficio del consumidor, al igual que en 1948 la Corte Suprema de Estados Unidos dictaminó en el caso “United States vs. Paramount Pictures, Inc.” que era ilegal que los grandes estudios obligaran a los cines a proyectar ciertos paquetes de películas.

El caso United States vs. Paramount Pictures, Inc. de 1948 ordenó la desvinculación y separación de las productoras y las cadenas de cines que poseían. Además, se prohibieron los contratos de vinculación obligatoria y los acuerdos de exclusividad entre productoras y cines. Lee más

Es hora de que las plataformas de streaming compitan en igualdad de condiciones, ofreciendo el mejor servicio posible sin abusar de feudos de contenido cautivo. Que el consumidor pueda elegir libremente basado en mérito, no obligado por dónde están encerrados sus programas favoritos.

Una solución sería prohibir los acuerdos exclusivos y requerir que todo el contenido esté disponible en cualquier servicio que quiera adquirir las licencias, permitiendo una auténtica competencia por calidad y valor. Los consumidores podrían entonces comparar plataformas y elegir según sus necesidades sin verse secuestrados por monopolios artificiales.

Es el momento de desmantelar estos feudos de contenido y liberar el mercado del streaming para una verdadera competencia justa basada en los méritos de cada servicio. Al final, serían los grandes beneficiados los consumidores que podrían ejercer su poder de elección en un terreno parejo.